Los habitantes de Kvaenes, en Noruega, se encontraron con una sorprendente imagen al empezar el año: 20 toneladas de arenques muertos en su playa. Y más sorprendente aún fue lo que ocurrió después, ya que mientras en el pueblo decidían qué hacer con los restos de los animales antes de que comenzasen a pudrirse, todos ellos desaparecieron, lavados por la marea.
Sin embargo, no es la primera vez que algo así ocurre. El primer incidente de este tipo que recuerdan en el pueblo tuvo lugar en la década de los ochenta, aunque el tamaño del banco de animales muertos fue sensiblemente inferior.
Aún no se ha determinado con exactitud la causa de la mortandad masiva. De momento se barajan tres hipótesis. Según la primera, los arenques habrían quedado atrapados en una masa de agua con bajos niveles de oxígeno, lo que les habría ocasionado la muerte y dejado a merced de la marea. La segunda explicación implicaría a un grupo de depredadores, que habría arrinconado al banco hasta llevarlo a una corriente de la que no habrían podido escapar.
Desde el Instituto Noreugo de Investigaciones Marinas abogan por un escenario que mezcla estas dos explicaciones. Aún así han conservado muestras de los animales, para descartar que se deba a alguna epidemia o envenenamiento por toxinas.
La tercera alternativa tendría como origen una fuerte tormenta ocurrida agua adentro, que habría llevado a los animales hasta la playa, y que también serviría para explicar la fuerte marea necesaria para lavar tantos animales de la playa. Sin duda, no es raro que se den condiciones climáticas extremas en mar adentro, que pueden llegar a causar curiosos efectos, como una lluvia de manzanas en el interior de Inglaterra.
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